El sueño de la razón no sólo produce monstruos

domingo, 13 de mayo de 2012

"El despertar" capítulo 2. Días tras días

2.
En el autobús me siento en un lugar que me incomoda un poco. Calzo de nuevo mis ingentes botas de montaña y pienso que no hay sitio suficiente para nosotras tres en el autobús. Y voy de espaldas al recorrido, con lo que las cosas se van, en vez de acercarse. Menos mal que ese niño me ha despertado, sorprendido por cosas interesantes. -"¡Mira mamá! Grande, mediano y pequeño." Y por unos minutos no veo lo que señala. Y me preocupo un poco... Grande, mediano y pequeño. A través del cristal sólo veo motos, una cinta roja y blanca que rodea una zona de obras, ventanas,... Grande, mediano y pequeño... Agudizo la vista hasta el plano de las cosas que ya no miramos. -"¿Dónde está viendo esa relación? ¿Qué le sorprende que yo no logro ver?."
Recuerdo que cuando era pequeña, en el estanco, había tres círculos de distintos tamaños en el techo, y que me había pasado largos ratos pensando en ellos. Las relaciones de tamaño y la identificación de las mismas con personas eran pensamientos sobre los que podía dar muchas vueltas. Papá era el círculo grande, yo el pequeño...
Lo veo al fin. Acabo de encontrarlo. Los árboles. ¡Es verdad! Qué curioso... Hay varios árboles a lo largo de la calle, pero tres de ellos se suceden claramente por tamaño. Grande, mediano y pequeño...
Saco mi cuaderno para tomar nota de todo. Me cambio de asiento y escribo.